viernes, 9 de marzo de 2018

¿Cuánto hace que no te dices me quiero?

Buenas noches desde el rincón en el que escribo.

En el fin de semana posterior al Día de la mujer trabajadora quería traeros un relato inédito inspirado en y por las mujeres. Pero a última hora he decidido cambiar de opinión, no por nada, el relato lo compartiré otro día pues cualquier día y todos los días deben de ser el de la mujer trabajadora. Pero he decidido cambiarlo para haceros una pregunta, una pregunta íntima y que deberíamos hacernos a diario.

¿Cuánto hace que no te dices me quiero? Sí, cuánto tiempo hace que no te dices a ti mismo "Me quiero". Nos lo tendríamos que decir veinticuatro horas al día los trescientos sesenta y cinco días del año. Pero nos cuesta mucho. Y lo sé de una manera que muchos de vosotros no creeríais. He tenido, tengo y tendré muy poca empatía por mí mismo, considerándome, la mayoría de las veces inferior al resto de personas. Cuando no era una cosa era otra pero siempre encontraba algo para empequeñecerme. Siempre había alguien que actuaba mejor que yo, que estudiaba mejor que yo, que hablaba mejor que yo, que escribía mejor que yo, etc. Y es cierto, siempre habrá alguien que haga las cosas que yo, es normal y hasta lógico, pero ahora, después de muchos años y, por que no reconocerlo, de pasar por una depresión que gracias a Dios quedó atrás.

Lo que quiero decir es que hoy día he aprendido a saber que no por ser menos que alguien en alguna cosa significa que sea peor que esa persona, o que cualquier otra. Simplemente soy yo. ¿Qué importa si no soy el mejor? ¿Qué importa si soy el peor? Soy yo, único e irrepetible. Y por que no decirlo ME QUIERO. 

Os garantizo que no ha sido un aprendizaje sencillo, que sigo pensando que no merezco nada de las cosas buenas que me pasan pero, y no es por falsa modestia, he decidido aceptarlas y dar las gracias. Os pondré un ejemplo, mucha gente me ha dicho que mi primer libro "Amonathep" les ha gustado. Años atrás habría pensado que me lo decían por quedar bien conmigo y que el libro no era para tanto. Eso hubiera sido antes, años atrás, pero ahora sé que son sinceros y que el libro si lo merece. Es verdad. Lo merece. También merece que no guste, porque eso (y este es el verdadero aprendizaje)no depende de su calidad, de lo bien o mal escrito que su género nos guste más o menos, el hecho determinante no es su calidad, es una cuestión de gustos, sin más, y cada uno tiene los suyos propios.

Como esto con todo. Las cosas no son buenas o malas, son ambas cosas a la vez y ninguna. Como en la vida, las cosas dependen del color del cristal con el que se miran las cosas. Y eso no significa que seamos peores o mejores, somos nosotros, somos únicos y somos como somos y no hay nada más.

Os garantizo que a mí me ha costado aprenderlo, lo prometo, pero ahora no me cuesta decir que ME QUIERO. ¿Y tú? ¿Te quieres? Por hoy es todo, nos vemos en "Mi Rincón de Escribir". Nos leemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario