sábado, 17 de febrero de 2018

Relato inédito y dedicatoria especial

Buenas noches desde el rincón en el que escribo.

Este fin de semana ha sido algo especial para mí. Es el fin de semana de la semana de los enamorados, el día de San Valentín fue el pasado miércoles, pero además también ha sido el fin de semana de mi décimo aniversario de boda. Así que quería dedicar esta entrada a mi preciosa esposa Gianinna de la que cada día que pasa estoy más enamorado, además de ser mi mujer y compañera es mi musa, mi amiga y mi vida. Así que, aunque siempre estas en todo lo que escribo, hoy te lo quiero dedicar de una manera especial. Va por ti cariño mío.

Lo que hoy os traigo es una historia, un relato corto, inédito hasta la fecha. No es una historia de amor, aunque habla de un amor, no es una historia romántica, es una historia triste, pero también es una historia que escribí hace muchos años y que me gusta. Me abría gustado hacer la entrada con un relato algo más romántico, pero no ha podido ser. De todas formas también las lágrimas son necesarias. El relato se titula así: AHORA ES TARDE, DEMASIADO TARDE y dice así: 
Recuerdo a la perfección la última vez que te vi. Mi mano derecha mesaba tu melena azabache mientras la izquierda enjugaba tus lágrimas. Yo te acababa de decir que lo nuestro era imposible ya que yo me marchaba lejos, muy lejos, tal vez demasiado, y sabía que jamás volveríamos a vernos.
El silbato del tren sonó por segunda vez, tú te agarrabas a mí como quien se agarra a un clavo ardiendo, queriendo parar el tren con tu fuerza. Finalmente el tren partió y yo te imaginé arrodillada en el andén, con la cabeza entre las piernas y llorando amargamente, casi tan amargamente como lloraba yo en mi compartimiento, sólo, triste, melancólico.
Eso ocurrió hace muchos años y nunca te pude decir que te amaba, que te amo, que siempre te amaré y siento no haberlo hecho. Eso ocurrió hace muchos años, pero aún recuerdo la última sonrisa que me dedicaste, solo con cerrar los ojos te veo ante mí, sonriente, con tus dientes perfectos y brillantes cual perlas.
Eso ocurrió hace muchos años, yo he cambiado, he perdido pelo, he engordado y  me he arrugado pero mis sentimientos hacia ti no han cambiado. Sí, ya sé que ahora es demasiado tarde, que todo esto debí decirlo antes, que tú lo habrías dejado todo por seguirme y siento no haberlo hecho, ahora es demasiado tarde.
Siento mucho todo eso, siento mucho no poder entregarte mi amor, siento mucho no poder darte mi calor, ahora es demasiado tarde, demasiado tarde para todo. Siento mucho todo eso, pero siento mucho más no haber podido ir a tu entierro, no haber podido llorar por ti, no haberte podido ver por última vez. Ahora es demasiado tarde, pero mis lágrimas son para ti, porqué aunque yo siga vivo, realmente, morí al morir tú.
Ahora es demasiado tarde, demasiado pronto para morir, demasiado tarde para empezar a vivir, demasiado tarde para dejar de sufrir.

Es todo por hoy, nos vemos en "Mi Rincón de Escribir". Nos leemos.

2 comentarios: