sábado, 29 de diciembre de 2018

Una historia de navidad

Buenas noches desde el rincón en el que escribo.

Quería aprovechar la entrada de hoy para dejaros un relato corto con las navidades como telón de fondo, en realidad los reyes magos. El relato tiene por título "Una historia de Navidad" y lo podréis leer tras la imagen.


Alejandro dormía plácidamente en su cama. El día había sido intenso, primero había comido en casa de sus abuelos maternos, la «Yaya» Rosa y el «Avi» Lluís. Le habían preparado su plato favorito, espaguetis con tomate y carne picada. También prepararon arroz con leche de postre. Y pudo repetir de los dos, sus padres nunca le dejaban repetir. Después de echar la siesta mamá le vino a recoger. Ese día estaba especialmente guapa, para él no había mujer más bonita pero este día se había vestido con un traje de falda y chaqueta gris que le sentaba fenomenal y una blusa blanca que realzaba y estilizaba su figura y unos zapatos de tacón altísimo que solo se ponía los días de fiesta o en ocasiones especiales.

Su papá y ella llevaban juntos mucho tiempo pese a que eran jóvenes. Según le contaron una vez se conocieron cuando eran estudiantes en el instituto y se querían tanto que pronto se quedó mamá embarazada de él. La verdad es que eran felices los tres pero desde hacía un tiempo, concretamente desde el mes de agosto en el que él había cumplido seis años y ya era mayor, se había dado cuenta que los papás de sus amigos miraban a su mamá con los ojos brillantes y le dicen cosas bonitas, pero a ella no parece importarle.

Su mamá, con él en el coche, había pasado por el trabajo de papá a recogerlo pues tenían que hacer una cosa los tres juntos. Cuando papá la vio sonrió y le dio un beso, bueno, en realidad muchos, en la boca y pusieron rumbo a la casa. Tras aparcar el coche fueron paseando hasta el centro de la ciudad donde vivían. Estaba llena de gente, muchos niños como él con sus padres, pero también niños más grandes con sus amigos y gente mayor sola o en grupos. Las luces de navidad de las calles estaban encendidas y presenciaron la cabalgata de reyes más bonita que había presenciado en sus seis años de vida.
Cuando regresó a casa, con un buen puñado de caramelos en sus bolsillos, se duchó corriendo, cenó y se lavó los dientes, tenía que ser un niño bueno pues le había entregado su carta a Baltasar, su rey favorito, y quería que le trajeran todo lo que había pedido, que si bien no era mucho, era lo más importante para él en estos momentos. Quería un libro de cuentos coloreables y  unos lápices para usarlos con el cuento, un coche teledirigido y un balón de fútbol de reglamento. Mamá le había pedido que añadiera a la carta algo de ropa y él así lo hizo, no porque lo quisiera sino porque no quería disgustar a mamá por si se enteraban los Reyes.

Nada más terminar de cepillar sus dientes dejó un plato de galletas y tres vasos de leche sobre la mesa de comedor, la que estaba junta al árbol que habían decorado él y su mamá hacía casi un mes ya, para los Reyes y se fue a la cama. Estaba muy nervioso y no podía dormir, era el día más importante de su vida y si no conseguía dormirse los Reyes no le traerían nada. La verdad que el ruido que hacían sus padres en la habitación de al lado no ayudaban a que pudiera dormirse, no paraban de reírse y hablar muy bajito, pero él podía oírlos. Pero finalmente se durmió.

A la mañana siguiente tanto el plato de galletas como los vasos de leche estaban vacíos y bajo el árbol estaba todo lo que él había pedido e incluso alguna cosa más, señal de que había sido un niño bueno ese año. Tanto su mamá como su papá estaban levantados y tenían una tonta sonrisa en su cara, ves a saber por qué motivo, a él no le importaba, solo quería abrir sus regalos y jugar con ellos, pero su mamá no quería dejarlo jugar aún, le cogió de su mano, lo sentó en una silla y acuclillándose lo miró a los ojos y le preguntó:

—¿Te gustaría tener un hermanito o hermanita?

Por hoy es todo, espero os haya gustado, nos vemos en "Mi Rincón de Escribir". Nos leemos.

viernes, 21 de diciembre de 2018

Oh blanca Navidad

Buenas noches desde el rincón en el que escribo.

Pues ya está aquí, no por que lo haya dicho "El Corte Inglés" si no porque ya han cantado los niños el premio del Gordo de la lotería o estarán a punto de hacerlo cuando lo leas. Para mucha gente ese el principio "oficioso" de la navidad y yo quería traer hoy un texto que habla de Navidad, pero de una manera un poco distinta, no es un relato alegre ni la típica historia de amor. Dicho queda. Os dejo la imagen y luego el relato titulado "Oh blanca navidad"



Nieva, hace mucho frío y la gente se mueve arriba y abajo sin detenerse acarreando infinidad de paquetes, es lógico, estamos en Navidad. En estas fechas la gente es más buena, más feliz, me nos yo. ¿Por qué?, te preguntarás, simple, ¿Cómo se puede ser feliz cuando todo lo que querías, a todos los que amabas habían dejado de existir?
Nunca he sido un hombre feliz, pero en estos momentos lo soy aún menos. Os explicaré mi historia, pero no os aconsejo que lloréis conmigo, ya lo hago yo por todos.
Me casé a los veintisiete años con una mujer tres años menor que se llamaba Paola. Dos años después tuvimos a nuestro primer retoño, un niño al que llamamos Serafín, como yo. Un año más tarde nacía Raúl, nuestro segundo hijo al que siguió Paola y Caridad. Y fue entonces cuando empezaron nuestros problemas.
Caridad enfermó misteriosamente al cumplir un año y murió seis meses después sin que los médicos le encontraran la causa de su enfermedad. Mi mujer se sumió en una profunda depresión de la que no pudo salir.
Así que me quedé sólo con tres niños pequeños y una enorme casa que no me servía de nada, ya que la compré para convivir con mi mujer, sin ella, no quería la casa. Decidí venderla.
Vendí la casa y me fui a vivir con mis hijos a Las Palmas de Gran Canaria para tratar de olvidar mi pasado, pero fue un error tratar de huir del pasado ya que en esta ocasión fue Raúl el que enfermé repentinamente. La enfermedad le consumió más rápidamente que a su hermana y tan sólo tres meses después dejaba este mundo para unirse a su hermana y su madre.
No había hecho más que perder a Raúl cuando un accidente del autobús escolar me quitó a Serafín. No cabía duda que alguna clase de maldición se cernía sobre mí. Así me quedé sólo con Paola y el sufrimiento de perder a mis seres queridos.
Cuando parecía que cambiarían las cosas, ya que me habían ascendido y me habían destinado en Italia, para seguir con el trabajo de la empresa para la que trabajaba, pero en la península itálica, algo se truncó nuevamente en mi felicidad. Un terremoto había destruido mi casa sepultando con ella a mi hija y todo lo que me quedaba.
Ahora era yo el que estaba sumido en una depresión, que fue tan fuerte que tuve que dejar mi trabajo y volver a España según me recomendó un psiquiatra amigo mío.
Volví a España sólo, sin dinero y mermado tanto física como mentalmente. No tuve más remedio que ir a una casa de acogida y es ahí donde he estado viviendo hasta esta mañana, no quiero seguir viviendo de la caridad de unas monjitas, que por otro lado han sido maravillosas conmigo todo este tiempo.
¡Queridos Reyes Magos! Si realmente existís me gustaría que me regalaseis mi muerte, ya que prefiero morir y dejar de sufrir, que continuar viviendo con sufrimiento, no puedo ni quiero seguir viviendo, no aguantaría que la gente que se relacione conmigo perezca. Por eso dejé a las monjitas.

Por hoy es todo, nos vemos en "Mi Rincón de Escribir". Nos leemos.

sábado, 15 de diciembre de 2018

Primera navidad sin ti

Buenas noches desde el rincón en el que escribo.

Permitidme que saque mi lado más ñoño y sensiblero en unas fechas como estas en las que estamos pre-navideñas. Voy a empezar por la imagen que quiero que ilustre esta entrada:


Ya estamos metidos en la vorágine de comidas de empresa, amigos invisibles, cestas de navidad, lotes navideños, niños de San Ildefonso cantando premios con su salmodia letanía, familias reunidas en torno a una bacanal de comida, dulces y alcohol, regalos, reyes y roscones. Es algo normal y hasta bueno siempre y cuando no nos dejemos arrastrar por el consumismo.

Para mi la navidad siempre ha estado unida a la familia. Pero en mis casi cuarenta y dos años de vida esta va a ser una navidad diferente. Porque va a ser la primera sin ti. En todas mis navidades siempre ha estado tu risa, los chistes que nos contabas, los enfados que teníamos contigo por lo pronto que te ibas a dormir y lo pronto que te levantabas. La sonrisa con la que comías las viandas que preparaban para la ocasión, como disfrutabas con ellas. Disfrutabas con la presencia de tu familia entorno tuyo. Y nosotros disfrutábamos con tu compañía. Así ha sido siempre menos un año, del que aún me arrepiento no sabes cuanto. 

Pero este año ya no estás. No podre escucharte reír, ni enfadarme contigo por irte a la cama cuando la noche empezaba, ni reírme hasta no poder más cuando empezabas con tus payasadas o cuando cantabas tu escatológica canción. No estarás para bendecir la mesa, no estarás para poder desearte ¡Feliz Navidad!. No estarás para las uvas, bueno nunca has estado para eso pero ya no podré desearte ¡Feliz año nuevo! cuando te levantaras al día siguiente y yo aún no me hubiera acostado, sencillamente porque no estás. No podré llamarte para que vengas a ver la cabalgata, ¡te hacía tanta ilusión ver pasar a los reyes!, parecías un niño. Ya no te tendré más, ni en navidad ni en ningún otro momento. Ya nunca te escucharé llamarme mi niño chico, ni veré tu cara de alegría cuando te regale algún detalle por nimio que fuera. Y ya no te veré posando con la corona de rey para la foto e incándole el diente al roscón. Eras único para hacernos reír. ¿Quién nos sacará ahora las carcajadas? Ninguno podemos asumir ese rol papá.

Por eso quiero hacerte un regalo, uno más. Sé que no sabías leer pero te gustaba que yo lo hiciera, y también que escribiera. Por eso, porque lo que sé hacer es escribir, te he escrito un poema. Es solo para ti papá, permíteme que lo comparta aquí, pero es solo tuyo. Te quiero, te quise y siempre te querré. El poema se titula "Duele no tenerte" y es este:

Duele no tenerte a mi lado,
Me faltan tu risa y tus consejos.
Te fuiste muy pronto, demasiado,
Siempre lo parece a los que quedamos.

Duele no tenerte ya lo digo,
No sabes cuánto.
Te llevaste tu alegría, ¿sigo?
Tu valía y tu canto.

Duele no tenerte, es ley de vida sé,
Pero no tan pronto, no así, no tan rápido.
Me dejaste aquí plantado, lloré,
Aún lo hago.

Duele no tenerte conmigo
Te llevó consigo un cáncer malvado.
Tanto sufriste en cama postrado,
Pero ya no sufres más, respiro aliviado. 

Duele no tenerte en estos días,
Que la familia se une celebrando.
Pero quiero que sepas que me
Duele no tenerte papá amado.

Por hoy es todo, espero os haya gustado, pero la verdad, hoy al único que querría que de verdad le hubiera gustado no podrá leerlo. Nos vemos en "Mi Rincón de Escribir". Nos leemos.

viernes, 7 de diciembre de 2018

Besos en la casa grande

Buenas noches desde el rincón en el que escribo.

He de decir que hoy he estado a punto de no hacer entrada, pues no tenía nada nuevo para compartir pero anoche mismo me visitaron las musas (no sé bien cual de las nueve o si fue más de una) y me regalaron un poema que me ha servido para la entrada de hoy. Lleva por título "Besos en al casa grande" y como siempre, tras la imagen la podréis leer.


Grande era la casa, sola se encontraba.
En el umbral bajo la bella luz de luna
Besos repartíamos, tú y yo, te daba,
La pasión a flor de piel, nuestras almas eran una.

Nuestras manos, con presteza, desnudaban
La ropa que nuestros cuerpos ceñían.
Para acto seguido con cariño acariciaban
La piel y los cuerpos, prisa no había.

Grande era la casa, muda testigo resultaba
De la lujuria allí mantenida.
Por ti, por mí, por un matrimonio vivida.
Que cual adolescentes, la pasión recordaban.

Todos los besos allí vertidos, fantaseaban.
Con una juventud ya pasada, pero vivida.
Y que ya no volverían pero siempre en la vida
La pasión repetiría. El amor no se acababa.

Grande era la casa, antigua en verdad recordaba.
Tanto como los amantes que con furor se entregaban.
Uniendo sus vidas, y sus cuerpos sudaban
Mientras su juventud pasada ya no añoraban.

Por hoy es todo, espero os haya gustado, nos vemos en "Mi Rincón de Escribir". Nos leemos.

sábado, 1 de diciembre de 2018

Cuatro Cardenales

Buenas noches desde el rincón en el que escribo.

Últimamente y no sé muy bien el por qué, me ha dado por intentar escribir poesía. Digo intentar porque el resultado, aunque presentable, dista mucho de poder considerarme poeta. Pido perdón de ante mano a estos que con sus hermosas palabras llenan hojas que previamente estaban en blanco con bellos versos y dulces melodía. Cómo digo, disto mucho de cualquiera de ellos, pero hoy quería traeros el último poema que he escrito, ha sido para un acto noble como era una jornada de lecturas centradas en erradicar los malos tratos en  torno a la mujer. El fin es noble pero ojalá no fuera necesario pues eso querría decir que nadie agrede a otra mujer. Para ese acto participé con un relato corto, que os compartí la semana pasada, y con el poema que os traigo hoy. Tiene por título "Cuatro Cardenales" y dice así:


Cuatro cardenales
Marcados como a fuego
Sobre mi piel.
Cuatro muestras miserables
Del amor que me fingías tener.

Cuatro cardenales
Marcados como a fuego
Sobre mi piel.
Cuatro marcas indeseables
De tu malentendida masculinidad.

Cuatro cardenales
Marcados como a fuego
Sobre mi piel.
Cuatro pruebas inmutables
De lo desgraciada que fui.

Cuatro cardenales
Marcados como a fuego
Sobre mi piel.
Cuatro golpes recibidos
Que me permitieron partir.

Cuatro cardenales
Marcados como a fuego
Sobre mi piel.
Cuatro historias interminables
Que acabaron para ti.

Cuatro cardenales
Marcados como a fuego
Sobre mi piel.
Cuatro años que robaste
De mi vida, de mi ser.

Cuatro cardenales
Marcados como a fuego
Sobre mi piel.
Cuatro años hace que soy libre
Cuando me separé de ti.

Por hoy es todo, reitero que me perdonen los poetas por invadir su area de confort y espero que os guste. Espero vuestros comentarios. Nos vemos en "Mi Rincón de Escribir". Nos leemos.

viernes, 23 de noviembre de 2018

Ya no

Buenas noches desde el rincón en el que escribo.

El día 22 de noviembre pasado en La Llagosta, ese pequeño pueblo que siempre está presente en todo lo que hacemos, se celebró, como en el resto del mundo, el día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer (aunque creo que el día en cuestión es el 25 pero no estoy seguro). En esta ocasión la asociación "Veus de dones" nos pidieron a los miembros de Resistencia Literaria si queríamos estar presente en este acto en forma de relatos y yo, que me apunto a un bombardeo, decidí participar y este es el resultado. Un pequeño escrito que se titula "Ya no". Ese día se leyó en público. Aquí lo traigo para que cada uno lo disfrute en su casa o donde sea que lean. 


Ya no voy a maquillarme el morado de mi cara, lo mostraré como si fueran mis pinturas de guerra. No, ya no voy a mentir sobre los moratones, ni me he resbalado en la ducha ni me he dado con una puerta, ¡Joder, que no soy tan torpe! Tampoco te voy a esconder de los demás, me pasearé y lo haré con mi mejor sonrisa pues ahora me valoro a mí misma. He mandado a la mierda los miedos e inseguridades. Yo no merecía esa vida, ninguna la merecemos. Ya no voy a aguantar más mis ganas de gritar, de sentirme libre y de ser yo de nuevo, como tal vez nunca debí dejar de ser.
Ya no voy a ser la mujer asustada cuando me gritan humillándome. Ni la complaciente esposa a la que golpeas por miedo a sentirme sola, desamparada, por temor a no tener a donde ir. Ya no vas a pisotearme por ser un infeliz que se cree superior a mí pero en realidad vives con un complejo de inferioridad y que descargas contra mí que soy la única persona con la que te atreves a hacerlo. No, ya no, nunca más, y ahora más que nunca seré fuerte. Sí, ya he decidido empezar a vivir.
FIN.
Por hoy es todo, cualquier cosa no dudéis en comentarme, saludos. Nos vemos en "Mi Rincón de Escribir". Nos leemos

sábado, 17 de noviembre de 2018

AHORA ES TARDE, DEMASIADO TARDE

Buenas noches desde el rincón en el que escribo.

Para hoy quería compartir con vosotros un relato que escribí hace algún tiempo. Permitidme que haga un pequeño spoiler sobre mi propio relato, no es una historia que acabe bien. Lo digo antes de que leas por si lo que te traía a estás páginas era reír. De todas formas creo que merece la pena ser leído. Lleva por título "Ahora es tarde, demasiado tarde" y como siempre tras la foto podréis leerlo. Espero lo disfrutéis.



Recuerdo a la perfección la última vez que te vi. Mi mano derecha mesaba tu melena azabache mientras la izquierda enjugaba tus lágrimas. Yo te acababa de decir que lo nuestro era imposible ya que yo me marchaba lejos, muy lejos, tal vez demasiado, y sabía que jamás volveríamos a vernos.
El silbato del tren sonó por segunda vez, tú te agarrabas a mí como quien se agarra a un clavo ardiendo, queriendo parar el tren con tu fuerza. Finalmente el tren partió y yo te imaginé arrodillada en el andén, con la cabeza entre las piernas y llorando amargamente, casi tan amargamente como lloraba yo en mi compartimiento, sólo, triste, melancólico.
Eso ocurrió hace muchos años y nunca te pude decir que te amaba, que te amo, que siempre te amaré y siento no haberlo hecho. Eso ocurrió hace muchos años, pero aún recuerdo la última sonrisa que me dedicaste, solo con cerrar los ojos te veo ante mí, sonriente, con tus dientes perfectos y brillantes cual perlas.
Eso ocurrió hace muchos años, yo he cambiado, he perdido pelo, he engordado y  me he arrugado pero mis sentimientos hacia ti no han cambiado. Sí, ya sé que ahora es demasiado tarde, que todo esto debí decirlo antes, que tú lo habrías dejado todo por seguirme y siento no haberlo hecho, ahora es demasiado tarde.
Siento mucho todo eso, siento mucho no poder entregarte mi amor, siento mucho no poder darte mi calor, ahora es demasiado tarde, demasiado tarde para todo. Siento mucho todo eso, pero siento mucho más no haber podido ir a tu entierro, no haber podido llorar por ti, no haberte podido ver por última vez. Ahora es demasiado tarde, pero mis lágrimas son para ti, porqué aunque yo siga vivo, realmente, morí al morir tú.
Ahora es demasiado tarde, demasiado pronto para morir, demasiado tarde para empezar a vivir, demasiado tarde para dejar de sufrir.

Por hoy es todo, espero lo hayáis disfrutado, dejadme comentarios si es así o si por el contrario no os ha gustado nada hacédmelo saber también. Nos vemos en "Mi Rincón de Escribir". Nos leemos.

sábado, 10 de noviembre de 2018

Cuaderno de Bitácora

Buenas noches desde el rincón en el que escribo.

Para el relato de hoy querría volver a llevaros a las apacibles y claras aguas del Mar Caribe, pero en la convulsa época de la piratería. Este relato es de esa época, espero os guste, lleva por título, "Cuaderno de bitácora" y dice así:


El viaje ha sido aciago y lleno de incidencias. Primero fueron los elementos. Lluvia a raudales y rayos traicioneros que nos obligaron a calafatear el navío y demorar nuestra partida. A continuación el motín que dos sublevados intentaron llevar a término y que se saldó con tres buenos hombres convertidos en alimento de los tiburones y los rebeldes encerrados en una pequeña celda en la bodega. Y por último, los malditos piratas, pues por mucha patente de corso que tengan continúan siendo viles rateros. Por fortuna los dioses y el viento se aliaron de nuestra parte y el intento de abordaje se quedó tan solo en eso, una burda intentona, aunque nos obligó a reparar de nuevo nuestra nao.
Pero finalmente conseguimos alcanzar puerto seguro y en destino, con nuestra preciosa carga a salvo. No transportábamos oro, ni plata o piedras preciosas. No cargábamos especias exóticas ni siquiera caros tejidos de las Indias o sedas chinas. Nuestra carga era mucho más mundana pero mucho más valiosa y preciada pues lo que reposaba en nuestra bodega no era ni más ni menos que los restos de la desaparecida biblioteca de Cartago. Gracias a Dios Nuestro Señor por su protección. Ahora todo está a salvo en la fortificación de la ciudad. Espero que la suerte siga acompañándonos en el viaje de regreso pues partimos al alba.
Cuaderno de bitácora del Amity
Capitán Thomas Tew
6 Junio del año de Nuestro Señor de 1963 en la ciudad de Port Royal 

Por hoy es todo, espero os haya gustado, nos vemos en "Mi Rincón de Escribir". Nos leemos.

sábado, 3 de noviembre de 2018

Universo de libros

Buenas noches desde el rincón en el que escribo.

Quería aprovechar la entrada de hoy para compartiros la última portada de una antología con relatos míos, en este caso es la portada de Universo de Libros II de Diversidad literaria. La portada del mismo es esta:


También quiero compartiros el relato que aparece en el mismo, pero si os soy sincero, como hace tiempo que lo envié, no recuerdo exactamente con que relato participo. Así que para solventar este farragoso lapsus, os pondré algunos relatos, uno de ellos seguro es el que aparece. En cualquier caso, vosotros salís ganando pues os lleváis varios relatos cortos por el precio de uno. Delante de cada relato encontraréis el título del mismo.

EL ÚLTIMO SEGUNDO
El tiempo avanzaba inexorablemente a pesar que en su cara no lo pareciera. Sentado en su sillón preferido, sobre su alfombra persa, contemplaba el movimiento del segundero del viejo reloj de cuco herencia familiar. Sabía que cuando este se parara para siempre también lo haría su corazón. No tuvo que esperar mucho. El último segundo de su vida llegó y él lo recibió sonriendo.

GRATA SORPRESA
Sus ojos estaban completamente abiertos al igual que su boca. Nunca pensó que sus nietos pudieran hacerle un regalo como aquel, ni siquiera imaginó que supieran que eso es lo que ella deseaba. Pero allí estaba, ante la flamante imagen de la Estatua de la Libertad, a sus noventa y dos años había viajado por primera vez. «Abuela te lo mereces todo» le decían, y era verdad.

APOCALIPSIS LISTO
Colocó los quevedos con cuidado sobre el escritorio, dejó la pluma en el tintero y sopló sobre el papiro para secar los últimos trazos que acababa de trascribir. Acababa de terminar la última página del libro más importante que había decorado con su arte, todo un año de trabajo. Las campanas repicaron a novenas y se apresuró a unirse a sus compañeros. El apocalipsis estaba listo.

EX LIBRIS.
Estaba orgulloso de su colección privada. Era el mayor coleccionista de libros del mundo, poseía varios incunables, manuscritos de diversa procedencia y las novelas más vendidas de todos los tiempos, por supuesto en su primera edición, pero estaba incompleta y eso no podía ser. Siempre le faltaría este libro.

Por hoy es todo, espero os guste, y espero vuestros comentarios, como digo siempre, nos vemos en "Mi Rincón de Escribir". Nos leemos.

sábado, 27 de octubre de 2018

La caza

Buenas noches desde el rincón en el que escribo.

En estas fechas que los más tradicionales vamos con castañas, boniatos y panellets y los más anglosajones o modernos con disfraces de monstruos y "Truco o trato" (de lo que ya hablaré en otro momento)no podía permaneces la margen. Si bien no tengo ningún relato de castañas si tengo uno de monstruos, aunque no se trata de criaturas extraordinarias ni de seres clásicos del terror gótico sacados de la imaginación de grandes escritores. Se trata del monstruo más horrible que conozco, el ser humano.

El relato que les traigo hoy lleva por título: "La caza" y después de la imagen podréis leerlo:


Las piedras y ramas se le clavaban en sus pies descalzos haciéndolos sangrar, pero no era lo único que le preocupaba, toda su vida estaba en peligro a sus  dieciséis años de edad. Lo último que recordaba antes de esta locura era que estaba con su novio besándose junto al roble caído. Después de eso solo negro antes de verse desnuda en un mugroso subterráneo. Escuchó restañar un látigo y mientras se habría una gran puerta de hierro una voz que decía, «¡La caza ha comenzado!» La presa era ella. ¿Qué clase de locos cazan personas? Se dijo mientras se agazapaba tras unos matorrales esperando no ser descubierta y sin saber dónde se encuentra ahora su novio. Lo que desconoce es que encabeza la caza.

Por hoy es todo, espero os haya gustado, nos vemos en "Mi Rincón de Escribir". Nos leemos.

viernes, 19 de octubre de 2018

Contagiosa era tu risa

Buenas noches desde el rincón en el que escribo. El día de hoy, mientras escribo esta entrada, se cumple un mes justo de que mi padre nos dejara para hacer reír a otros. Ellos disfrutan su risa ahora como hasta ahora la habíamos disfrutado nosotros. Hoy es una celebración triste para mí, pero él seguro que me hubiera sacado una sonrisa e incluso una carcajada, así que aprovecho esta humilde plataforma para rendirle un gran homenaje con un poema que le escribí cuando ya se había ido. Espero que os guste y espero me perdonéis que hoy no ponga imagen alguna, pues la imagen es su risa. El poema se titula "Contagiosa era tu risa" y es este:

Contagiosa era tu risa.
Era tu tarjeta de visita.
Reías para divertirnos,
Para alegrarnos la vida.

Contagiosa era tu risa.
¿La tenías patentada?
Aseguraba carcajadas
A aquellos que la oían.

Para ti payaso no era insulto.
Era una forma de vida.
El vehículo que utilizabas
Para a todos divertirnos.

Contagiosa era tu risa.
Nadie quedaba impasible.
Hasta el más serio se moría
De la risa que le dabas.

Contagiosa era tu risa.
Tú eras diversión.
Incluso a las malas sabías
Regalarnos tu alegría.

Contagiosa era tu risa.
Ahora otros la disfrutan.
Tu risa se fue contigo,
Bendita sea tu risa.

A la memoria de mi padre. Te quiero mucho.

Sin más le dedico esto y todo lo que escriba desde hoy a su memoria y a él, que sin saber leer era mi fan más fiel. Por hoy es todo, nos vemos en "Mi Rincón de Escribir". Nos leemos.

sábado, 13 de octubre de 2018

¡Tierra a la vista!

Buenas noches desde el rincón en el que escribo.

Quería compartir con vosotros un relato corto que originalmente escribí para un certamen literario cuyo tema era "Viajes de Ultramar". Por desgracia dicho concurso se suspendió y aprovecho para traer aquí el relato que había escrito. Lleva por título "¡Tierra a la vista!" y la imagen que le acompaña es bastante explícita de donde ocurre todo. La foto es esta:


El relato es el que sigue a continuación y dice así:

Escuchaba con atención el ajetreo que se estaba produciendo en cubierta. Se imaginaba a los marineros, curtidos lobos de mar, corriendo de arriba a abajo, unos cargados con las pesadas balas de cañón, otros tensando las velas o arriándolas. Se los imaginaba pues desde la bodega no podía verlos, y no podía permitirse el lujo que lo descubrieran pues estaba viajando como polizón. Le habían dicho que aquellas tres naos partían con destino a la India y él se moría de ganas por conocer aquel lugar.

De repente alguien entró en la bodega de carga. “Allí está ese maldito polizón” bramó la voz de un fornido marinero al que conocía de vista, era un tipo sin escrúpulos llamado Juan. Cómo vio que se abalanzaba hacia él, echó a correr derribando un par de botas, una llena de vino y otra de pescado en salazón, para poner obstáculos a los pies de quien pretendía capturarlo y ganar tiempo.

Salió a la cubierta y todos los marinos se le quedaron mirando, sobre todo cuando vieron como alguien corría tras él. Se agarró al palo Mesana, el más cercano a donde se encontraba, y trepó por él encaramándose a lo más alto. Su perseguidor no tardó en imitarle y cuando estaba por atraparle se quedó mirando al dedo extendido del crío. “¡Tierra a la vista!” gritó Juan de la Cosa, y todos los que viajaban a bordo de aquellas tres Carabelas lanzaron sus gorros al aire. Habían llegado. 

Por hoy es todo, nos vemos en "Mi Rincón de Escribir". Nos leemos.

sábado, 6 de octubre de 2018

Las doce esferas de cristal (nuevo juego)

Buenas noches desde el rincón en el que escribo.

Hoy quería compartir con vosotros un pequeño relato, pero además convertirlo en un juego, qué si todos jugamos, puede darnos varios días de relatos. El relato se llama "Las doce esferas de cristal". La imagen que la ilustra es esta:


El relato dice así:

La quinta esfera trasparente brillaba en su mano emitiendo un pequeño sonido, casi imperceptible para el oído humano, parecido a un pitido. Este ruido era más intenso cuanto más juntas estuvieran las esferas. Ella ya había conseguido diez de las doce, pero esa que ahora sostenía era la quinta, la que tenía un color más hermoso. Aunque todas eran de cristal no todas eran incoloras que si trasparentes. Las había translucidas, verdes, rojas, azules, marrones, amarillas, pero la que ahora sostenía tenía unos tonos irisados. Dependiendo como incidiera la luz sobre ella parecía morada, azul e incluso roja.
Devolvió la bola al estuche que contenía el resto y guardó este en la mochila que llevaba a su espalda. La verdad que no sabía para que servían aquellas esferas, tan solo sabía que debía conseguir las doce. Se lo había prometido a su abuelo en su lecho de muerte y ella debía cumplir su promesa. Él pensaba que si las reunía todas podría conseguir cualquier cosa que deseara, o que adquiriría alguna especie de poder sobrenatural o incluso, que podría cambiarlas por todo el dinero del mundo. Ella dudaba que aquellos pequeños, pero bellamente decorados, pudieran darle nada de aquello, pero era una promesa e iba a cumplirla.
Su abuelo de hecho le facilitó mucho las cosas pues le entregó cuatro esferas y un diario, que no era más que una libreta con unas anotaciones, que daba pistas de donde se podían encontrar. Se trataba, ni más ni menos, que del juego de la búsqueda de un tesoro, pero que en este caso le había llevado a recorrer medio mundo.
Había viajado a bordo de un barco ballenero que la dejó en la fría superficie helada de la Antártida. Recorrió gran parte de las dunas del desierto del Sahara en grupas de un camello. Presenció como el monte Fuji vomitaba lava. Buceó en la gran barrera de coral. Visitó los restos de las ruinas de las civilizaciones precolombinas. Pero nada de todo aquello le había parecido tan complicado como lo que tenía por delante. Era su reto más importante hasta el momento y más de una vez se preguntó si realmente tenía que hacer aquello por su abuelo muerto y la respuesta había sido siempre la misma, “¡Sí!”. Suspiró hondo y se preparó para iniciar un nuevo tramo de ascensión al Everest. Según parecía la undécima esfera se encontraba en la cima de este. O eso parecía dar a entender el diario: “En la cima del mundo, en el punto más alto, confundida durante años como una parte más del perenne hielo, se encuentra la diez más uno bola de poder”.
Según le había explicado su abuelo, tan importante como encontrarlas y reunirlas era hacerlo en el orden correcto. Si esto era cierto y sobrevivía a aquella escalada y hallaba lo que había ido a buscar, tan solo le quedaría viajar al Reino Unido y hacerse con la última, que descansaba con el resto de las joyas de la corona de su Majestad la Reina de Inglaterra. No solo debía de saber hacer de todo si no que además tenía que convertirse en una ladrona. Tan solo esperaba que el premio mereciera le pena. Y no se refería a ese poder o deseo que pudiera cumplir si las encontraba, sino al hecho de satisfacer a su abuelo. Inhaló oxígeno de la bombona que llevaba a su espalda e inició la ascensión...
¿Logrará terminar la ascensión o morirá en el camino? ¿Encontrará la esfera en la cumbre o se le habrá adelantado alguien? ¿Tendrán las esferas algún poder o es tan solo la fantasía de un enfermo? La respuesta a estas preguntas y a otras más, dependerá del desarrollo de la historia y tú y solo tú puedes dar respuesta y de ahí saldrá mi continuación de la misma. Espero tu respuesta.
Por hoy es todo, nos vemos en "Mi Rincón de Escribir". Nos leemos.

sábado, 29 de septiembre de 2018

El camino

Buenas noches desde el rincón en el que escribo.

Antes de nada quiero daros las gracias a todos por el apoyo mostrado tras mi anterior entrada y por la acogida que esta tuvo en lo que a las visitas se refiere. Como es de bien nacido ser agradecido, pues eso muchas gracias. Pero ahora pasemos a la entrada de hoy que he llamado el camino.


A lo largo de la historia tenemos muchos ejemplos de lo importantes que han sido los caminos para el hombre. Es el lugar por el que hay que pasar para ir de un lugar a otro, esto lo tenemos claro todos. Pero según la RAEE, en su cuarta acepción nos dice: "Dirección que ha de seguirse para llegar a algún lugar". Por lo tanto también es la dirección a tomar.

Eran puntos de paso, de reunión, de culto y de comercio. Los caminos eran importantes como digo: "Todos los caminos llevan a Roma" nos decían cuando yo era pequeño. Hoy día también son un reclamo turístico. "El camino de Santiago", "El nacedero del Urederra" o "El camino del Inca" son solo algunos ejemplos. También tienen su importancia en la Biblia. "Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí". Juan 14: 6 Según versión Reina Valera. Es un pasaje que todos nos sabemos de memoria.

Los caminos, por tanto son importantes desde el principio mismo de la humanidad, pero, todo camino necesita un faro, una iluminación para que se vea a través de ellos. La vida también es un camino por el que transitamos, ya que nos lleva del nacimiento a la muerte. Y en mi camino hacia la muerte sé que desde ahora tengo un nuevo faro que me ilumina. Sí en efecto, me refiero a mi padre. Sé que él me está guiando con su luz. Gracias Papá.

Por hoy es todo, nos vemos en "Mi Rincón de Escribir". Nos leemos.