miércoles, 15 de marzo de 2017

La gestación de mi ópera prima

Buenas noches desde el rincón en el que escribo.


Como decíamos ayer, hoy toca hablar de la gestación de mi primera novela "Amonathep, La historia del asesino de la mano derecha". Antes que nada quiero hablar del título. Cuándo la empecé a escribir no tenía nombre, es algo habitual en mi, los títulos, generalmente no me vienen al principio, pueden venir al final o durante la gestación de la idea pero nunca lo primero. Cuando esbocé los primeros personajes me apareció un título en la mente, pero lo rechacé a la vez que me vino. Ese título era "Adiós, Alea Adiós". No haré ningún spoiler si digo que Alea es la protagonista de la novela. No me gustó nada más verlo escrito así que lo rechacé pero continué escribiendo. Poco después, apareció, en el transcurso de los acontecimientos narrados en la novela, la posibilidad de llamarlo "El asesino de la mano derecha" pero lo descarté por obvio. El siguiente título que barajé era simplemente "Amonathep". Este si me gusta y mucho, pero podía crear confusión en lo tocante a la temática, entonces fue cuando opté por el título final de "Amonathep, La historia del asesino de la mano derecha".



Eso en lo referente al título, ahora entremos en desmigar como nació mi niño. Por aquel entonces, no recuerdo bien si corría el año 2005 o era 2006, yo trabajaba en Granollers y con turno partido sin disponer de vehículo propio así que disponía de dos horas para comer y de unos veinte minutos de ida y otros veinte de vuelta en el tren, además de media hora caminando tanto para la ida como para la vuelta así que mi cabeza era un hervidero de ideas. Un buen día decidí comprar una libreta verde DIN-A 5, con un dibujo de Kukuxumusu, un pingüino lamiendo un helado mientras un oso polar lo lamía a él (que por cierto aún conservo como un tesoro), y en ella empecé a plasmar lo que tenía en la cabeza, primero la idea general con los nombres de los protagonistas y a continuación la historia. He de reconocer que no tardé mucho en escribirla, aunque tampoco fue agua de un día. 



Finalmente la terminé y alguien (no diré aquí quien pero él ya sabe quien es) la leyó y me dijo que le gustaba. Que la pasase a ordenador y la editara. Ese paso fue el que más me costó, pasarla a ordenador. Cada vez que me ponía no podía pasar a limpio más que un página o dos a lo sumo. Pensé que esta novela estaba condenada al ostracismo por mi parte. Pero me equivoqué. Finalmente la pasé a limpio y paso por varios lectores, familiares, amigos y conocidos y todos me dieron su ok, así que empecé a enviarla a algunas editoriales, algunas de autoedición y otras tradicionales. Me gusta decir, aunque alguien pueda pensar que es por modestia pero nada más lejos de la realidad, es que todas me dijeron que sí y opté por la que más confianza me dio y creo no me he equivocado.



Cuando tuve el libro en mis manos por primera vez me hizo muchísima ilusión. "Los sueños se cumplen de verdad, sólo hay que seguirlos" me dije, y os lo digo a todos, si tenéis un sueño, luchar por él. En próximas entradas os hablaré de mis próximos proyectos y por lo aquello en lo que estoy trabajando actualmente, por hoy os dejo, nos vemos en "Mi Rincón de Escribir". Nos leemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario